El auto de la amistad

El Rosado Perla metalizado realmente se destaca con el sol de la mañana. Escaneamos casi cada milímetro del trabajo del pintura único, que puede parecer rosado, rosado nacarado o Sahara, Cachemira, o Beige Cerámico, dependiendo de la luz. De repente, una sombra en forma de flecha comienza a revolotear sobre la silueta, una y otra vez. Miramos al cielo con los ojos entrecerrados y vemos un águila real volando majestuosamente arriba. ¿Estaba observando el despegue del dron o interesado en el auto deportivo de abajo? Antes de que podamos adivinar, el águila se aleja y planea sobre la corriente ascendente, sube cada vez más hacia el cielo austríaco sobre los Alpes del norte, un saludo silencioso antes de desviarse hacia ela montaña Kitzsteinhorn que vigila el lago Zell.

Históricamente, esta zona siempre ha estado estrechamente asociada con el apellido Porsche. Ferry Porsche no solo encontró aquí un lugar adecuado para su familia, sino que también se encontró con una gran cantidad de carreras de autos en Pinzgau: en invierno, la famosa carrera sobre hielo en el lago congelado Zell, revivida por el hijo de Wolfgang Porsche, Ferdinand, y su amigo Vinzenz Greger, y en el verano una desafiante contrarreloj en la montaña más alta de Austria, el Grossglockner.

Un auto de muestra de color

Quizás sea una pequeña sorpresa, entonces, que hoy en día la región albergue un notable 911 en color Rosado Perla metalizado. El código de color 81K 93 es único en un Porsche 911, lo que lo convierte en lo que se conoce como un automóvil de muestra de color.

“Existe una larga tradición de autos de muestra de color en Zuffenhausen”, dice Daniela Milošević, diseñadora del Centro de Desarrollo de Weissach, mientras explica el proceso: “La motivación para producir autos deportivos con nuevos colores exteriores ha sido la misma por varias décadas: suele ser muy difícil imaginar un color que solo has visto en una pequeña muestra de pintura en un auto real. Independientemente de si se trata de un tono sólido o metálico, la interacción de luces y sombras es significativamente diferente. Y a través de tendencias en constante cambio e influencias externas, la forma en que percibimos un color o un mundo de colores cambia constantemente. Por eso, siempre estamos muy contentos de poder presentar nuestras propuestas de color favoritas en vehículos de muestra de color”, dice la mujer de 30 años, cuyo primer desarrollo de color fue Gris Hielo metalizado.

“Fue el primer color que diseñamos para Porsche. Se presentó por primera vez en el auto concepto Mission E Cross Turismo y ahora también está incluido en la gama de colores de producción del Taycan. Por supuesto, después de algunos años de experiencia profesional puedes nombrar una letanía de colores, pero no olvidas nunca el primero que diseñaste. El Rosado Perla metalizado de este 911 demuestra que el interés de Porsche por los colores claros y pastel ya era significativo, incluso en aquel entonces. Hoy en día, esta gama de colores se ve cada vez más en el Taycan”, dice la experta en pintura del departamento Color & Decorado. Algunas cosas, y los colores no son una excepción, toman tiempo para abrirse paso. A veces hasta 35 años.

Y parece casi apropiado cuando toda la fuerza de la pintura sale a la luz bajo un sol alpino. Es hora de que Rosa, como se llama el auto, en alusión a la palabra alemana para rosado, cuente su historia. O mejor aún, que sus dos dueños lo hagan: “Desde 1987, el 911 pasó cuatro años en Stuttgart como un vehículo Porsche de propiedad de fábrica antes de pasar a manos de un tallerista de Bosch en Austria que pagó 685 000 chelines por él (unos 50 000 dólares). Ahora está de vuelta en el país de Porsche, por así decirlo”, sonríe Arno Haslinger con un guiño, ofreciendo una primera pista sobre el notable socio del proyecto y amigo que cuida de Rosa (un modelo G) con él. Proveniente de Austria, Haslinger escribió su tesis sobre el Porsche 911 en la Universidad de Economía y Negocios de Viena y trabajó internacionalmente en la industria automotriz de lujo durante muchos años. Es un aficionado al ícono de tres dígitos y, a menudo, lo compara con el mundo de los relojes exclusivos en sus publicaciones. La casa de subastas inglesa Bonhams ha confiado en su experiencia en relojes valiosos durante muchos años. Su amigo y compañero de autos de muestra de color es Mark Philipp Porsche, hijo de Ferdinand Alexander Porsche, el creador del 911.

Mark Porsche escribió su tesis sobre la industria relojera, con un enfoque en la investigación de mercado y el desarrollo de productos, y así fue como los dos hombres se pusieron en contacto por primera vez y luego se hicieron amigos. Hoy, Mark Philipp Porsche está activo en la industria automotriz y ocupa cargos en el Consejo de Supervisión de Volkswagen AG. Los dos han cultivado durante muchos años una transferencia de conocimiento única entre amigos, un intercambio que resultó en un proyecto conjunto que quizás era inevitable.

Haslinger encontró el auto de muestra de color hace siete años por casualidad en un aviso clasificado en el periódico Salzburger Nachrichten. “Cuando abrí la edición del sábado con una taza de café por la mañana, tuve la sensación de que tenía que leer los avisos clasificados. He aquí que lo que encontré sonaba muy interesante”, recuerda. “Llamé a Mark y le pregunté si quería venir a ver un auto conmigo. Cuando nos reunimos con el vendedor al día siguiente, ambos estábamos encantados con su estado e historia y decidimos convertirlo en un proyecto conjunto”. Después de una inspección minuciosa, resultó que a la edad de 28 años, Rosa, como pronto se denominó al extraordinario 911, todavía brillaba con su pintura original y, de hecho, todavía estaba sellada con la cera de fábrica.

Interior en Gris Hannibal

“El interior presenta cuero en un color llamado Gris Hannibal, pero tiene un aspecto marrón que contrasta perfectamente con la alfombra gris verdosa y el revestimiento del techo marrón claro perforado. El tablero, los pilares A, los estantes de las ventanillas laterales y traseras están revestidos en cuero fino como extra opcional. El techo corredizo, el ajuste eléctrico de los asientos y la calefacción, así como el equipo de música Blaupunkt Bremen completan el amplio paquete de equipamiento.

Los cambios se realizan con la codiciada caja de cambios G50 en la consola central tapizada en cuero, mientras que el volante de cuatro radios lleva el logotipo de Porsche en la almohadilla de impacto”, continúa Haslinger, enumerando con reverencia las características del exclusivo 911. En el exterior, el modelo G de 1987 está equipado con el paquete aerodinámico del mundo del automovilismo. Un alerón delantero y un alerón turbo trasero agilizan el flujo de aire y tienen un efecto estabilizador. Los elementos finamente coordinados aumentan la velocidad máxima del Carrera en 9 km/h hasta los 254 km/h.

Los amigos guardan su tesoro automovilístico con el debido cuidado: solo lo conducen cuando no hay sal en la carretera, cambian el aceite con regularidad y acelerar agresivamente con el motor frío nunca es una buena idea. Toda la información conocida sobre el auto de muestra de color ha sido cuidadosamente archivada por los dos hombres.

“Tal vez se ponga en contacto con nosotros el empleado de Porsche AG que tuvo el privilegio de conducirlo, si todavía está vivo”, dice Haslinger, antes de que sea contada la historia de Rosa en una edición de Porsche Klassik. Sería bueno aprender un poco más sobre el auto, incluso si la sensación que transmite a sus propietarios ya es perfecta. “Rosa es la fuente y el motor de nuestro intercambio creativo”, dice Mark Porsche. “En parte porque es un 911 en una configuración tan especial que fascina y polariza la opinión, y en parte porque el coche, que descansa entre nuestros respectivos garajes, da lugar a tantos viajes y conversaciones compartidas”. Los amigos ya esperan con ansias cuando el paso Großglockner despierte de su hibernación anual. En cualquier caso, el águila real, sin duda, estará vigilando la pintura Rosado Perla metalizado.

Información

Texto publicado por primera vez en la edición 23 de la revista Porsche Klassik.

Autor: Bastian Fuhrmann

Fotografías: Carolina Porsche y Markus Schwer

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